lunes, 6 de julio de 2009

Caída del cielo.

Un día un ángel cayó del cielo...

Descendió sin aprobación del Supremo, y en reveldía celestial dejó de ser ente para ser de carne y hueso.

Plegó sus alas blancas y cortó su precioso pelo.
Camuflada entre los mortales no podía esconder tanta bondad, belleza y aureada de paz era perseguida por los ejércitos del cielo.

Tanto amor, tanto por dar, la sujetaba a éste mundo. Pero ella tenía una obsesión, una obligación por encima de todo deber divino, ser madre y traer al mundo al ser más maravilloso que jamás hubiera pisado la Tierra.

Engendró una preciosa niña. Fruto del amor verdadero. Y entonces el mundo entero se llenó de luz. Las entrañas más puras, finas facciones y aterciopela piel daban vida a Patricia.

Señor... cesad en vuestra búsqueda que aquel ángel está conmigo, yo fuí el afortunado.

domingo, 14 de junio de 2009

Príncipe destronado

Cuenta una leyenda...

...que vagante caballero obligado por el destierro de fatal gesta acontecida en el pasado...
cabalgaba a lomos de su corcel adiestrado a tal efecto, "cuan" de repente el infortunio de desdichada damisela llamosle la atención...

perdida en el bosque por la huída del acoso de bándalos que en la mañana atacaban el cortejo de la heredera de la corona...

Y ahora una de vaqueros...

Por las soleadas llanuras de Colorado, bajo el sol abrasador montaba su caballo solitario mercenario de recompensas con su winchester, montado y preparado para la disputa. Tomó su petaca de whisky, echó un trago y prendió un cigarrillo mirando al horizonte... al rato sonó un disparo, luego varios más, a lo lejos pudo observar ,arriba en la colina, diligencias atacadas por despiadados cheyenes y cómo no, gritos desgarrados de lindas amazonas en apuros...

¡Qué bonito es el cine! el amor incondicional de la dama liberada... él, de corazón frío y muy varonil (con sus pelillos en el pecho y tó) se deja seducir por tan delicada flor.

Y luego sois vosotras las que más llorais por la emoción y quedais cautivas por tales desventuras... ¿pero dónde está vuestro orgullo? se habla mucho de machismo y eso, lucháis con toda razón, contra toda manifestación que ataque vuestros valores, pero al final, quedáis prendadas con la ilusión de que venga vuestro príncipe a salvaros de vuestros males.

No sé, si es que no hay quién os entienda, o que no teneis término medio. Frente a vuestros principios, firmes, frías y calculadoras... pero en cambio, frágiles, vulnerables y en muchas ocasiones casi sumisas de ese cálido corazón que no os cabe en el pecho.

Esa creo yo que es la razón, vuestro talón de Aquiles. Hasta la mujer más sofisticada, llena de coraje y verdadera fortaleza, intelectual es capaz de entregar su "peazo corazón" a ese príncipe que desgraciadamente en demasiadas ocasiones puede ser el ogro más cruel, y peor aún, ese gigante de un solo ojo que no quiere a nadie y no ve más allá de su nariz.

Como dice la canción "ya no existen príncipes azules..." y basándome en que los humanos no dejamos de ser animales (racionales dicen...) los hombres somos buenos por naturaleza, pero como todo, ésta no es perfecta. Mi padre siempre ha tenido caballos, y cuenta que cada uno con su carácter, todos son domesticables y muy nobles. Pero es difícil no encontrar en el picadero algún ejemplar indomable, tosco, terco, sin conocimientos (un peazo de carne sin bautizar) que confirma la regla de que nada es perfecto, ni la propia naturaleza. Visto así, entre nosotros, animales, ocurre de igual manera.

Me dirijo a vosotras... no hagais que ese mal ejemplar se convierta en vuestro príncipe, aunque en algún momento de lucidez haya conseguido cautivaros con valerosa hazaña, toda cabra tira pal monte.

jueves, 4 de junio de 2009

Pasi mi si... pasi mi sa...

Era el día de fin de curso...

Aquel día se celebraba el final de las clases en aquel particular instituto. Después de las típicas competiciones deportivas, entrega de premios y demás actos, al caer la tarde en aquel escenario tocaba no sé qué grupo famosete y nosotros "los ", grupo cuajado por unos colegas en el marco de los años de instituto, que nos había convertido en casi hermanos.

Ese día fue realmente especial, fin de una etapa de adolescencia y principio de una madurez prematura. Era diferente, habíamos convivido muchos días lectivos, excursiones, viaje fin de estudios, momentos buenos y malos... pero no era como siempre, todos sabíamos que se acababa.
Después de todo, habíamos creado un vínculo o círculo de amistad que nos comprometía uno a uno.
A todo esto, subimos al ascenario. Nuestros incondicionales estaban como locos, los de primero, los de tercero, todo BUP, los profesores más informales... ¡qué espectáculo! Los primeros acordes sonaron a verdadera explosión liberada de aquel tormentoso momento de ansiedad y nervios a flor de piel. Desde arriba no parecía lo mismo, las clases, el gimnasio, era muy distinto. El paso por aquel instituto nos había marcado a fuego para siempre y éramos conscientes, no volveríamos a ser los mismos melenudos (los jevis del insti) que paseábamos carpetas negras cargadas de calaberas.

El momento culminante de nuestra actuación llegó cuando la voz de Fede- "el peines"- improvisaba, al son de batería, la frustante despedida de aquel lugar y de toda la gente a quien queríamos. A la luz de los mecheros continuamos con la única balada de nuestro repertorio..."dedicado a Ana", pérdida que no habíamos superado nadie de los que allí nos encontrábamos. Uno a uno fuimos apagando los instrumentos dejando solo a la batería, a "Toni", su compañero. Aún recuerdo a golpe de platillo aquella mágica noche.

Llegado el momento, al pie de los autobuses, todo eran abrazos, lágrimas y "te llamo..."

Un colega, una profesora y el que os escribe no pudimos entrar en aquel juego de despedidas y simplemente nos perdimos.

Terminamos con la botella de calimocho bajo una de las porterías ,bastante ebrios, observando cómo lentamente ya de madrugada, se marchaban aquellos autobuses cargados de emociones y sentimientos.

Todo quedó en silencio, aquellas ruidosas clases y saturados pasillos se habían desvanecido. Sólamente me despedí del conserje, ayudó a levantarme, para cerrarme las puertas para siempre.

domingo, 24 de mayo de 2009

Lazos...


Hoy me he levantado como cualquier mañana...

Al pasar al baño, no pude contemplar mi rostro en el espejo. Todavía adormilado, ni siquiera le dí importancia. Entoces, al lavarme las manos, éstas eran casi transparentes, prácticamente mi cuerpo era invisible.

Llevaba prisa para el trabajo, y claramente preocupado salí a la calle. Caminando hacia la parada del bus, me tropezaba con la gente, como si no advirtieran mi presencia. Una vez el asiento, algo más sosegado, era totalmente inadvertido. Sentía cómo mi cuerpo era más ligero y podía leer claramente el discurrir de la sangre por mis venas.

Ya en el lugar de trabajo, la angustia me invadía e intentaba evitar el contacto con algún compañero. Sentado tras mi mesa, confundido buscaba el sentido a la maldita situación en la que me encontraba.

Casi un espectro, durante toda la jornada sentí una profunda soledad y total ignorancia de todo aquel que me rodeaba.

Pensaba que se trataba de un fatídico sueño, pero estaba ocurriendo, era real.

Pasaban las horas y hasta mi voz perdía fuerza. Ni visto, ni oído, mi existencia era meramente insignificante y sin razón alguna.

Llegué a casa, aflojé mi corbata, liberé los pies de los malditos ejecutivos, y aún sentía que me ahogaba. Estuve largo tiempo en silencio sentado en mi sillón, con la mirada perdida hasta que unos fuertes golpes en la puerta me hicieron reaccionar y salir del trance.

Alarmado, casi temblando, lentamente me dispuse a observar por la mirilla de la puerta. Consternado pude ver mi alma. Sin duda alguna, venía a buscarme con tal desesperación que prácticamente atravesaba la blindada puerta y tiraba de mi cuerpo. Caí al suelo y perdí la consciencia.

Cuando logré despertar todo parecía mucho más claro. Pude recordar lo ocurrido y encontré el consuelo de pensar que mi cuerpo había estado vagando vacío por culpa tuya. Una noche te entregué mi alma y se quedó contigo, te la brindé y la tomaste por más tiempo del que yo te la había ofrecido...


lunes, 18 de mayo de 2009

Princesa de la noche


A ella misma le costaba recordar aquellos años de instituto, colegiala, interna de un mundo de privaciones, uniformes y de la más severa educación.
Quizás por rebeldía, liberación o simplemente sentirse viva, escapó de aquel tormento siendo una de las más valoradas en aquella institución.
María Dolores de Mencía y Balaguer dejaba atrás su infancia perdida, las visitas de sus "papis los fines y fiestas de guardar, regalos que se acumulaban en el armario sin abrir y la llamada de las 18,30 h. para "saber cómo te va, ¿y tus profes?"...
Una tarde, desgarró su uniforme, se colocó unos jeans, zapatillas de goma, y su anhelada camiseta escodida que un amigo le regaló hacía tiempo, se cortó el pelo, cogió su mochila y se largó.
Casi una adolescente decidida a explorar todo lo que durante años le había sido restringido, subió a un autobús destino donde pueda romper con los cánones establecidos que le tenían cautiva. Sus pupilas brillaban de emoción y miles de sentimientos recorrían cada célula de su cuerpo.
Aquella noche la pasó de "garito en garito", exploró la noche como nunca antes la había conocido, alternó con todo tipo de razas y tribus urbanas que le llevaron de la mano a un mundo de fantasía.
Evadida de responsabilidades, sintió la libertad como es. Descubrió un mundo en el que se sentía plena, llena y libre.
Desde entonces ha pasado un tiempo, ha madurado y con treinta y tantos, aquella dulce y bonita princesita ya tiene una calle que lleva su nombre "El callejón de la Lola".

lunes, 27 de abril de 2009

Dobles!!


Que el deporte es sano...

Cuatro amigos. Ataviados para la ocasión, con la indumentaria nuevecita y raquetas relucientes. Nos disponemos una tarde noche, después del trabajo, a deleitar el mundo del tenis con nuestro atrofiado juego.

Llegamos al poli, claro está en coche, sería demasiado hacer el trayecto haciendo "futi", es para no mezclar deportes... Deportistas consolidados, zánganos ejercitándose para los variados ejercicios... quedan perplejos ante nuestra presencia. Y es que dos regordetes, y los otros dos fumando entramos en la cancha.

Desenfundamos las raquetas y sacamos las pelotitas. ¡Si, esas que nada más sacarlas del "bottle" ya estás corriendo detrás de ellas!

Empezamos el calentamiento con un peloteo. ¡Qué panzá de correr detrás de las pelotas !

Al ratito ya estábamos más que calentitos. Dos tirones y un esguince delataban más que sobradamente nuestro estado físico. A todo esto, una docena de críos eran meros espectadores de aquella comedia. ¡Qué cabrones!

Antes de comenzar seriamente el partido, hacemos un "kit kat" para refrescarnos y aprovechar para recoger las pelotitas y poner cinta aislante a las raquetas. Literalmente tirados en el suelo sorteamos campo para empezar el juego. Algo muy importante, ya que en una parte de la cancha no hay malla.

Bueno, terminado el cigarrillo, (que en todos los trabajos se fuma) comenzamos el partido... "hasta seis veces para meterla en el cuadradito pequeño" y al cabo de unos minutos, todas las pelotas juntitas en la red. Y los críos... "meándose de risa los cabroncetes" hasta los del fútbol subían a vernos.

¡Qué sudores! el tabaco fluía a chorros por los poros de mi piel. Litro y medio de agua de un trago. Por entonces uno de mis amiguetes ya había tirado la toalla, y con la raqueta entre las piernas tirado en el suelo, se debatía entre la vida y la muerte, delirando "quién me habrá mandao a mí..."

Así que dos contra uno, no tardó mucho en retirarse, ¡es correr el doble detrás de las malditas pelotitas!

Finalmente jugamos dos juegos y un peloteo. Los nenetes se divertían haciéndonos la ola y cantando... ¡no! La victoria fue para el único que no salió a gatas de la cancha. Visto lo visto, dejamos en manos de los profesionales el arte del deporte y seguiremos con nuestro póker de los jueves que es menos perjudicial para con nuestro cuerpo.

Sano dicen...!!

martes, 21 de abril de 2009

Galway


Era más tarde de lo habitual...

Cada día solía terminar su jornada laboral al caer la tarde, pero aquella noche "tocaba hacer caja" en la sucursal. Sobre las 22,30 h. abandonó, saturada, aquel local. Se despidió del guardia de seguridad deseándole una noche al menos tranquilita y salió a la calle.

Caminaba despacio, sosegada, con la conciencia liberada por aquel dichoso día complicado pero que parecía haber llegado eficazmente a su fin. Vestida aún con el uniforme, se aflojó ligeramente la blusa, metió sus zapatos en el bolso, encedió un cigarrillo y dejó libre su largo pelo rizado.

La noche era tranquila, apacible. Sin prisa alguna caminaba serena por aquella acera en dirección a su acogedor apartamento. Apagó el móvil y, como nadie en aquella ciudad la esperaba, noches como ésta solía dar un rodeo antes de encerrarse para todo el fin de semana en casa.

Pero algo en su interior le decía que hoy sería especial. Se sentía cómoda, relajadamente caminaba observando la ciudad que esa noche parecía distinta, con cierto encanto.

Horas antes había llovido, las calles estaban mojadas en el casco antiguo, donde residía. Algo pasó por su cabeza que, ante la mirada atónita de los transeúntes, sin pensarlo, empezó a saltar "a la pati coja" de charco en charco y tarareando una melodía infantil.

Pasó, ya más tranquila, por la puerta de aquel local de copas por la que tantas veces había cruzado y nunca había tenido la tentación de entrar. Pero un impulso le empujó literalmente al final de la barra del garito... -"una coca c.. no! mejor un whisky solo con hielo, por favor..."-

Quien regentaba aquel bar, un irlandés que compaginaba con la enseñanza de su idioma nativo, posó en aquella barra un vaso tallado con dos cubitos y un licor de su añorada patria. Ella quedó perpleja... el cristal de aquella cautivadora botella hacía juego con el verde de sus profundos y misteriosos ojos. El no pudo en aquel instante, desviar su atención de esa mirada confusa y llena de luz, a su vez.

Se sentía hipnotizada. Su corazón se aceleraba cada vez que pasaba a su lado, para cambiar la música o servir algún aperitivo. Otra copa fue testigo de lo que él susurró al oído. Lentamente cogió su bolso, dejó un billete y salió sin mediar palabra.

Más tarde apagó la música, las luces, se colocó la chupa y cerró el bar. La noche estaba tan oscura como aquel callejón. Parado en la puerta, sacó un cigarrillo y prendió su mechero.Esa pequeña luz iluminó tímidamente el momento que descubrió la silueta de ella en la fachada de enfrente,su cigarrillo,aún apagado cayó al suelo. Quedó parado, como un témpano. Se le acercó y sus labios fueron estrechados ardientemente con los suyos, envolvió su pelo con las manos y ella sigilosamente sacó de su bolsillo las llaves del bar.

domingo, 19 de abril de 2009

Caruso!!

Es un placer para mí presentar éste tema.

Hoy he descubierto a Lara Fabian, quedé encandilado y he querido compartir con vosotros ésta interpretación magistral sin duda alguna, "Caruso" por Pavarotti es genial, pero esta chica es sorprendente.

La música es parte de mi vida, si encuentro algo así, puedo parar el tiempo y desconectar llegando casi a un "orgasmo musical". La carne se pone de gallina ante la interpretación de una garganta desgarrada.

A estas horas y en el silencio de la noche, me parece mágico y una experiencia más que enriquecedora. Suelo indagar y llegar a los lugares musicales más recónditos que este mundillo puede ofrecer, y verdaderamente merece la pena... estamos acostumbrados a oir los temas más comerciales del momento. Pones la radio y repetitivamente suenan los mismos, una y otra vez, hasta que aprendes sus letras, estribillos y "tinoninos..." claro está, de eso viven...

Pero la verdad, no tengo la imprenta esta noche de ninguna crítica. Me dejo llevar por ésta música que, mezclada con el sosegante cigarrillo y taza de café, ambientan esta noche lluviosa que me resulta más que acogedora y placentera.

Y es que canciones como la que os presento me liberan de todo el extrés y me trasladan a lugares apasionantes, mares innavegables y memorias casi olvidadas ¡pura inyección de sensibilidad y entendimiento consigo mismo!

Os invito a ese viaje protagonizado en el marco de una melodía, que prestando un poquito de atención os puede llegar al alma. Realmente yo lo siento así, me siento un privilegiado de "a mi manera" apreciar esta y otras que sinceramente merecen la pena.

Deseo que disfruteis y os dejeis envolver por ella...

viernes, 17 de abril de 2009

Para que luego digan!!

Cuando llueve, no suelo ir al trabajo.

Efectivamente ayer llovió. Me quedé en casa y claro está... ¡nene, limpieza general! ¡aprovechando que estás solo te lías con las chapuzas!

Dos frases que son como dos puñalás directas, ¡maldito tiempecillo éste!

Así que ataviado y uniformado, estropajo, mopa y demás utensilios que no sé ni quién los inventó ni para qué sirven me dispongo a librar batalla... y por su puesto, "radiolé" ¡que parece que se presta!

¿Dónde está el famosete Mr. Proper ese? ya me gustaría verlo aquí y ahora, ¡listillo! que es muy fácil en la tele, pero aquí en mi cocina... y esa "yo paso el pronto y tú el paño" ... o la de "te quedará tiempo para tus cosas",,, ¡qué cabrones! si no sé por dónde empezar!

¡La que me han liado! yo en mi trabajo me defiendo, pero en casa... ya he echado a pique el pantalón del chándal con la lejía, y me ha saltado a un ojo que creo voy a perder...

La despensilla, parece pequeña, pero cuando empiezas a sacar trastos y a limpiar uno por uno y darle a paredes y demás, no le encuentro el fín. ¡Si hasta hace eco! ¡definitivamente ésto no es lo mío! toda la mañana liao ni es que no avanzo, llega el mediodía y no le veo color a ésto.

Tomaré un respiro y saco una cervecita, y otra, y otra, miro a mi alrededor y todo sigue igual, a la fregona no le dá por echar un ratillo ella solita ni al plumero por dejarse caer por el salón... ¡qué cabrones! ¡todo tengo que hacerlo yo!

Finalmente y rozando casi las dos, gracias a Dios, creo que he terminado. Llega mi mujer del trabajo, echa un vistazo, y me dice... ¡no está mal! y me dá un besito. "¿Pero eso es todo?" ¿un beso y un aprovado? "Me cagüen mí"... "con lo que me ha costao" humildemente un notable alto, un abrazo apasionado (achuchón) y sacarme en hombros por la puerta.

Aunque pensándolo bien, es casi mejor no hacer bien las cosas, porque luego... "déjame a mí que tú no sabes" y de esa que te libras.

Ya hablando en serio, admiro la labor de esas "chachas" y de tod@ aquel que se dedica a la limpieza en todo su contexto porque tiene su mérito, y generalmente no tiene la mayor grandeza...

Por otro lado, a ver si ya se abre el tiempo bueno... y "me queda tiempo para pasear y hacer lo que me gusta" ¡qué eslogan se han buscado los publicistas de los coj...!

Ah! por favor, abstenerse de comentar machistas y feministas ... es que no los aguanto.

miércoles, 8 de abril de 2009

De la mano...



Hoy seré lo que desees...

Hoy entrego mi desvelo a vuestra voluntad.

Mi alma en ruta indefinida, a la deriva.

Me dejaré llevar de la mano amiga, que de buena fé camine a mi lado como humilde lazarillo.

Por unos instantes cautivaré mis principios a los grilletes de una amistad firme.

Retomaré pura inocencia de aquel niño ingenuo, sin prioridades, compromisos, ni el más mero prejuicio que me pueda confundir.

Mi presencia clara, cristalina como gota fruto del deshielo cruel en la más alta cumbre de la niñez.

Quien me encuentre encontrará realidad, verdad.

Quiero ser luz, encandilar aquel que me quiera acompañar. Dilatar tus pupilas por el sol de la amistad que ciegue tanta crueldad.

Si me llevas contigo, piensa que soy un niño. No me hagas mal.

Toda mi confianza, mi entrega, mi ser... puesto a tus pies. Cuida tu caminar, mi alma en tu maleta junto a lo más íntimo. Prometo no descolocarte lo tuyo, más querido y personal.

Solamente déjame ir... no pido más, por una vez daré rienda suelta a todo lo que me suele amordazar.

Todo lo que fuí, todo. Será para tí. Me dejaré aprovechar por tí... será fácil, recuerda que seré aquel niño que tiernamente se abrazará a lo que le puedas ofrecer y confundido por la emoción de caminar a tu lado...

...no me falles...

miércoles, 1 de abril de 2009

Compañero!!



Estoy tuneando el buga...


Mi coche... cómo os lo explicaría... es un compendio de sentimientos que me acompañan desde mi adolescencia. Comprado de segunda con mi carné recién estrenado, ya por entonces se hacía notar (rong, cachapún, run, run...) no pasaba desapercibido por ningún transeúnte... que apreciara su vida.

Lo he llevado conmigo hasta mi matrimonio, de "dote", no sé si por pena o por no saber dónde dejarlo... el caso es que ya es como de la familia.

Cuando llevo a la peque al cole, se esconde. Me obliga a que la deje dos manzanas antes... es que ese cole es especial, creo, todo el mundo vacilando de cochazos nuevos y relucientes y si viene al caso, las mamás se visten de largo y visones, bajan del megacochazo haciendo sonar el "chui chui" del cierre a 26 metros de distancia, que a mí se me van unos sustos... por que, no hay nadie, suena el chui chui y parpadean las luces, se bajan los pestillos de las puertas, todo simultáneo y mi corazón pega un vuelco... ¡ay que joderse! con las chuminaillas...

Volviendo al tema, cuando lo compré gastaba gasolina normal, claro está, era de ocasión. Luego la quitaron y le echaba super. Ni él se lo creía... ¡qué bien andaba! es como si acostumbrado a la mortadela a partir de ahora comes jamón... El caso es que desde que le echo la de 98 ó 96 octanos de esos que no entiendo, digo que no le sienta bien... y ahora gasta, gasta y gasta... vamos que se la bebe, pero andar... ¡menos que una gorra a patás!

Ayer le intenté pasar la ITV. ¡Qué horror! ya ni comprando al mecánico la pasa. Me dice que no suena redondo... y yo le digo...-¿pero tú lo has visto?- redondo dice. Se mete debajo para examinar y yo le digo -ponte un chubasquero- no me hace caso y claro, acelero y cuando miro al foso, veo dos ojillos mirándome lleno de aceite hasta el tufo y tosiendo. Casi se ahoga. Y yo le digo -¿muevo el volante?-

En el maletero, que tengo que abrir desde dentro, han nacido unas plantas como carnívoras, porque todo lo que meto desaparece, o no encuentro... un día pinché y creo que se han comido hasta el gato.

Pero sin duda, lo más impactante es el cuadro de luces y el equipo de música. En el ´89 metí una cinta de los Chichos, y es la única que suena en el único altavoz que veo sujeto con una alcallata en el salpicadero. Los relojes no marcan, bueno sí, el de la temperatura que siempre va a tope. Yo le digo a mi hija que es la gasolina, que está lleno.

Pero el verdadero problema lo tengo con mi mujer. ¿Cómo no? Me dice -¡el coche hay que fregarlo, y eso es cosa tuya!- pero si cuando llueve no arranca... le tiene pavor al agua... pero es que la verdad tiene razón. Un día lo limpié y descubrí que es un renault. Pero es que cuando me cruzo con ella ni me saluda, se hace la loca como si no me conociera. Sólo se monta si nadie la vé. Lo coje muy raras veces, y es mejor que no lo haga, porque luego me hincha -¿no te dá vergüenza el chambrón que me llevas?- ¡en invierno te hielas y en verano ardes! Un día llevó a una compañera al trabajo y le dejó de hablar... se enganchó el traje en algún alhambre suelto del asiento hundido... ¡encima que la montó!

La verdad es que tira mucho........aceite. Pero el caso es que lo mimo mucho, por las mañanas fresquitas, me levanto con tiempo para ir arrancándolo sin prisas, porque le pasa lo que a mi mujer, no le gusta el ¡vamos párriba! El necesita talento y bombeo de pedal tranquilo porque tose un poquito recién levantado, como buen fumador... porque eso sí, humo como si de un trailer se tratara.

Siendo una reliquia, después de tantos buenos momentos... nunca me dejó tirado. Tan sólo, en una ocasión abandoné la vía y emprendimos una aventura campo a través... tomé la curva en línea recta y en ese momento él y yo, los dos, como si de un magnífico 4x4, por el momento obligado, se tratara en pleno Dakar... levantamos tal polvareda y supimos ¡lo que es volar!... más tarde nos incorporamos nuevamente a la vía como si nada. Un poquito más adelante nos adelantó una rueda y no le dimos mayor importancia...

El caso, finalmente, es que lo estoy tuneando. Le he puesto una pegatina que dice "no corras papá", ¡qué ingenuos los niños! ¡como no sea cuesta abajo! y he conseguido que luzca la luz de dentro al abrir la puerta. ¡Se ha quedao...!

viernes, 27 de marzo de 2009

Solos en el mundo


Si puediera subir al espacio...
Si algún día tuviera la oportunidad de hacerlo, lo haría con mi camiseta de los Rolling, una bandera blanca inmaculada bien grande, un bocata de lomo y una cerveza fresquita.
Al llegar a cualquiera de los planetas que dicen los científicos, no hay nadie... yo, con voz potente dirían "iooohh....... ¿quién vive?", y aún con todo el caudal que mi voz fuera capaz de potenciar, explicaría a quienes me escucharan (alienígenas, dicen) el motivo de mi llegada.
Así, les diría como ya he dicho gritando... me vengo aquí con vosotros porque allí de dónde partí ya no se puede vivir. Se están matando. Se odian a muerte. Es tal el infierno que se está creando en la Tierra, que ya no se sabe quién es el bueno y quién el malo, el civilizado es a costa de masacrar a un tercero... el potente de abusar al mermado de recursos. Se habla de progreso y lo que hacemos es destruirnos... cualquier gobierno del mundo destina más fondos para armamento "para su defensa dicen" que para darles una vida digna.
Pero, ¿armas para defendernos de quién? de nosotros mismos, pienso yo.
Los estudiosos del cosmos no pueden asegurar que haya vida en otros mundos... ¿pero quién va a querer tener contacto con nosotros? si no somos capaces de vivir juntos en "nuestra casa" lo vamos a hacer con los de fuera...
Están empeñados en encontrar el origen del sistema solar, formación de galaxias, de si algún meteorito no caerá encima... ¿pero yo voy a estar preocupado de eso?

Ni que el Sol nos queme, ni que se derritan los polos, ni calentamiento ni p... ¡que no nos hace falta que la madre naturaleza nos eche una mano, que no, que "nosotros somos capaces de destruirnos solitos"... ésto lo diría ya desgarrándome la voz...

Cuando los habitantes del planeta, digamos X, vieran llegar a un fantoche, vieran la podredumbre de su mundo, no sé si se echarían a reir o lo más probable les diera pena. Porque la verdad, damos pena. En un mundo en el que cabemos todos, hay de todo para todos, pero el problema está en que no nos queremos. Toda religión predica el amor... "pero con los nuestros"...

Toda nación pretende el orden social y el progreso "pero para ellos". Toda persona busca la felicidad "pero para sí misma"...

La verdad os digo que si los habitantes de X me dieran la mano, me quedaría por el fin de mis días, porque es imposible que sea un planeta tan estúpido como el nuestro. Y luego nos reímos porque ellos en lugar de orejas llevan trompetas, son bajitos, espatarraetes de ojos saltones y viajan en una fiambrera llena de luces.

Igualmente aquí cuando alguien no se comporta como los demás, decimos que es un lunático. O si es rarete o extraño que es un marciano... ¡cuánto nos quedará por aprender!

Intentando gritar aún más, alzaría mi voz hacia el infinito universo para que con la velocidad de la luz y en todas las direcciones posibles oyeran esto... "como dicen los jipis -paz y amor-" cabrones!!!

lunes, 23 de marzo de 2009

Qué silencio...!!


Aquella noche...

... volvía de arreglar algunos asuntillos, después de un largo y complicado día. El trayecto de vuelta a casa no era muy largo, pero era tarde. Una de esas noches oscuras de invierno y con el peligroso pavimento mojado después de una finísima llovizna.

Conducía con la prudencia que me permitía mis deseosas ganas de llegar... la chaqueta tirada casi con desprecio en el asiento de atrás, la camisa desabrochada y corbata más que aflojada... lo más cómodo que me podía situar al volante.

La radio encendida con algún programa "de debate" sin mucha atención, la verdad, cuando durante unos instantes observé que esa noche el tráfico que habitualmente rodaba por aquella carretera era excasa. Bueno, más que eso, y parándome a pensar un poco no podía recordar vehículo alguno desde que me había incorporado a ella, hacía ya un buen rato.

Claro está, la noche no era propicia para salir... sí, pero, ¿y los que debían volver como yo de la zona industrial...? no sé, quizás era más tarde de lo habitual.

Sin preocuparme demasiado, seguía comiendo kilómetros, intentando desconectar un poco de los asuntos de trabajo y todo eso... pero pasado un rato me sentía demasiado relajado, debido quizás al cansancio, monotonía, no sé. El caso es que decidí encender un cigarrillo para espabilarme un poquito. Saqué uno de la cajetilla, y cuando pulsé el mechero del salpicadero la radio se apagó. Confusamente esperé el momento que saltara ya prendido, pero éste por más que lo intentaba no se calentaba.

"-Joder! ahora parpadean las luces del cuadro"-. Claramente, pensé, he provocado algún pequeño cortocircuito y será algún dichoso fusible el que me está incordiando el viaje. Por entonces ya había salido de ese estado de calma que me tenía adormilado... cuando un poco más adelante y algo preocupado por las dichosas luces, éstas empezaron a perder intensidad por momentos y ésto me obligó a parar en el arcén.

Yo, que háblame de cifras, contratos y cotizaciones, de mecánica el más patoso del mundo. Levanté el capó, no sé para qué, pues sinceramente eso es lo que se hace en esos casos, pero es como si me asomo a un pozo, no veo nada.

Tomé mi móvil de último diseño, y como si de un ladrillo se tratara, éste se encontraba como las luces, listo de papeles!

La verdad es que observando a mi alrededor no podía reconocer el lugar donde había parado el coche, era extraño pues todos los días solía tomar ese mismo camino...

Pasaban los largos minutos y cada vez el silencio era mayor, tan sólo roto por el aguaviento que se presentaba, más inoportuno que nunca.

Entonces cogí mi chaqueta y mi portátil, cerré el coche y me dispuse a caminar por aquella solitaria y más oscura que nunca, maldita carretera. Cuando anduve un rato, quise apreciar el ruido de un motor y segundos más tarde quedé deslumbrado por las luces de algún vehículo que se acercaba. ¡Era mi salvación! el vehículo se aproximaba despacio hacia mí -"... me ha visto!"- levanté mis manos en el mismo instante que el vehículo paró y se abrió la puerta del copiloto por la cual, por la fuerza de la lluvia y el viento que hacía, prácticamente me tiré dentro.

Cerré bruscamente la puerta. Nunca había sentido tanto frío interior. Quedé totalmente inmóvil, preso del terror al descubrir que ese vehículo era el mío y nadie conducía...

La puerta no se abría... la radio empezó a sonar como loca... al mismo tiempo notaba cómo tiraban de la solapa de mi chaqueta... creo que perdí la consciencia o no sé...

Al llegar la luz del día, dentro de mi coche, un ciclista me intentaba despertar...

Realmente no sé qué sucedió aquella noche. Al día siguiente vendí el coche, casi lo regalé y nunca más he circulado por aquella carretera...



sábado, 21 de marzo de 2009

Tristeza de Mujer


Parecía tan sencillo...

Sentada frente al espejo, desnuda sólo con una de sus camisas, suavemente cepillaba su pelo.
Como perlas fluían encadenadas lágrimas, limpias y puras de aquellos entristecidos ojos que tiempos atrás brillaron con luz propia.

El tiempo empezaba a hacer mella en todo su ser. Tanto vivido, tanto por vivir pero no era el momento más adecuado. Aquello que le hacía vibrar, sentirse grande... hacía tiempo que la había abandonado sin compasión.

Sentía que el mundo era como un lienzo en el que ella no pintaba nada. Dejaba de ser protagonista de su propia vida.

Duramente el paso de los años habían escrito uno a uno en sus mejillas, sus labios, líneas grabadas como a fuego. Fiel sello del pasado que sin miramiento maquillaba su tersa piel.
De naturaleza fuerte, un día tras otro se sentía cada vez más débil. Pura marchitez sin escrúpulos la condenaba.

Como alma en pena, sin sentido, con todos los miedos del mundo metidos en su cuerpo.

Noches eternas de vigilia, en las que no encontraba sosiego ni descanso alguno. Sueños más que rotos, atormentados por la desidia.

No pensaba que los fantasmas del pasado puedieran ser más poderosos ni tan reales. Hundida en lo más profundo, no encontraba dónde subir a flote.

Todo ese peso, ese lastre de sentimientos encontrados la hacían susceptible y emocionalmente desequilibrada.

No era locura, no se sentía querida.
... con un gesto, una mirada, un beso...
... tanto pedía...

martes, 17 de marzo de 2009

Dándole al coco!!



Siempre me han apasionado las historias de aventuras.

Países exóticos, lugares que siempre, lea quien las lea, les quedarán muy lejanos y siempre extraños... hay que ver! nadie suele haber estado allí y todos creemos de su existencia, ahí creo yo estará la riqueza de éstos relatos.

Quizás el que más me cautivó en su momento fue éste fenómeno de Robinson Crusoe, ¡quién no conoce al náufrago inglés!

En cierta manera, éste tipo siempre me ha inspirado envidia. Paradógico puede resultar que alguien como yo, pueda sentir eso. Pero el calvario que un ser puede sufrir en semejantes circunstancias puede llegar a ser fortificante y el entendimiento con nuestro "yo". Paralelamente al Conde de Montecristo, su cárcel una isla. Pero a mi entender y a diferencia de éste último, su verdadera prisión fue, igual que cualquiera pudiera sentirse, él mismo.

Ya sé que 28 años totalmente aislado, fue demasiado, pero hay personas que duran así toda una vida y nunca son rescatados.

Encadenado al silencio. Yo conmigo mismo. Vivir para uno. ¿Se puede considerar ésta situación como egoismo forzado?

La verdad no es que necesite una isla para perderme, ni para estar solo, no es para evadirme de responsabilidades u obligaciones, ni siquisiera es para dejar pasar ciertos parámetros de tiempo que no sean convenientes... simplemente pienso que con un simple islote de sosiego y reencuetro con lo nuestro...

...porque si nuestro discurrir por la vida lo ponemos en manos de otros, si nuestras ilusiones y sueños no son cosecha propia... nuestro conformismo será el último grillete.

Por último decir, que Crusoe tuvo la fortuna de ser rescatado, nunca sería el mismo... y es que quien vive a la deriva no vuelve a su sino.

jueves, 12 de marzo de 2009

Pasión por el ruido



Éramos claramente chiquillos...

Adolescentes melenudos, vaqueros desgarrados y chupas repletas de chapas, símbolos y sobre todo camisetas de nuestros grupos preferidos ¡qué pasada!

Contaré una de tantas noches de concierto, allá por los 90´s, os pongo en situación... ¡Barricada en directo! Ya nos costó bastante el poder trasladarnos a otra ciudad, gracias al padre de uno de nosotros, que no muy convencido aceptó el llevarnos no sin antes darnos la tradicional charla paternal a la que estábamos acostumbrados. Pero nos daba igual, todo era muy emocionante y cautivados por la noche que se presentaba hasta tuvimos que soltar alguna que otra mentira sin maldad para llevar a cabo nuestra odisea.

Igual que piratas, calaveras a la vista y música heavy por bandera aquella experiencia iba a ser inolvidable para los tres. Casi disfrazados más de lo normal, con las entradas anticipadas tres meses antes, adoradas por los colegas que quedaban colgados sin poder ir, fue llegar al lugar del festival y ¡como locos!

Lo típico por entonces, litrona y cartón de vino escondidos en la ropa, no os diré dónde... ya en la fila para entrar dando saltos y bromas con los demás especímenes que acompañaban el evento. No es casualidad, pero por experiencia os digo que los conciertos de rock tiene algo de mágico, prácticamente todos somos pertenecientes a una especie de tribu urbana cuales Cien Mil Hijos de San Luis.
Encienden los focos... todos flipando, suenan los primeros acordes y entre el humo aparece "el Drogas y compañía". Por unos segundos, parecía increíble el encuentro con la música que tantas vueltas había dado nuestro vinilo... realmente era pasión por el ruido.

Conocimos una peña con la que intercambiamos lo propio, pañuelos, birra y algún que otro cigarrillo... así como anécdotas y vivencias todo por el rock. Y es que era así... ¡vivíamos por el rock!

Ya fuera del espectacular conciertazo, como niños, fuimos para la feria. Coches locos, luchando entre pandillas a topetazo limpio, era totalmente una guerra de sentimientos y enfrentamientos de locura y tarareo de aquellos temas que llenaban nuestra existencia. Recuerdo subimos a la enorme noria, que en principio no nos dejaban por nuestra presencia y estado, algo ebrio, pero más que por el alcohol, por el momento. Desde lo más alto, acompañados con unas chicas que conocimos horas atrás, viendo la ciudad en la madrugada, las luces, la feria, la gente como hormigas ajenos a lo que nos estaba ocurriendo... no se podía pedir nada más, bueno sí, otro litro fresquito.

El final de la historia no tiene la mayor importancia, ya de madrugada después de una tormenta que casi ahoga el ferial, y como al término de una gran batalla, todo era tranquilidad y sosiego en aquella ciudad que nos despedían los barrenderos, camareros recogiendo el género y los demás empleados públicos que nos parecían como duendes dándonos las buenas noches.

Historias como ésta, colores. De vez en cuando me vienen a la cabeza éstos recuerdos de los que hoy os he hecho partícipes, y aún me late el corazón desbocado cuando los revivo. Pero no quiero daros a entender que lo hago con pena, todo lo contrario, aún conservo los mismos amigos que en tantas ocasiones fueron soldados en mis batallas... y para no olvidar, de vez en cuando volvemos a esas experiencias...

... mi mujer, a la que no le gusta mucho esa música, me acompañó recientemente a ver el Festival Vía de la Plata en Mérida, y éste relato se lo dedico a ella... un beso para tí.

sábado, 7 de marzo de 2009

Para tí

Hoy he escrito una nueva entrada y no he tenido el valor de publicar.

Demasiado propia y sincera, creo. Una vez escrita me ha temblado la mano para hacerla vuestra, lo siento. Pero es que no sé si era el momento.

Es extraño, al terminarla me he sentido realmente bien. No la he publicado, pero ha valido la pena. Me siento, escribo lo que me sale del alma y es mágico. Es como llorar cuando lo necesitas o cuando no puedes controlar un sentimiento. Como correr sin punto de llegada fijo. Saltar hasta caer sin fuerzas... es genial.

He estado un rato dando vueltas por blog, al azar y claro está, he visto de todo. Y me he dado cuenta de que todo está saturado con tanto amor, te quiero, la amistad... todo eso está muy bien, vale. Pero nada sirve de inspiración a los poetas más que el amor? es muy fácil decir palabras bonitas que a todos nos llega. Se habla mucho de la vida, buscando la felicidad, estoy depre, o he encontrado mi alma gemela. Muchos son los que siguen los cánones de las letras, y no es crítica, pero no es casualidad que uno se encuentre una vez y otra hablando siempre de lo mismo.

Voy a ser sincero, en este mundillo hay demasiada hipocresía, te digo cosas bonitas en mis comentarios para que me leas. Te sigo para que me sigas y todo ello para llenar nuestro blog de gente y engordar nuestro ego.

En una ocasión dije a un compañero algo que no le gustaría, pues dejó de hablarme. ¿Es que sólo aceptamos lo bonito? Entiendo que ésto no es para tomárselo muy enserio y que es un simple pasatiempos y una forma de intercambiar vivencias y experiencias o simplemente una vía de escape a lo cotidiano, yo lo entiendo así.

De todas formas es un espectáculo descubrir todo lo que se ofrece en ésta pantallita. A quienes sigo lo hago por ser originales y enseñarme cosas diferentes y como os dareis por aludidos, muchas gracias por estar ahí.

Un abrazo de verdad.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Sueño roto

Una noche cálida... pleno verano en aquella habitación semidormida, algo desvelada. Una noche de esas que la mente vaga al son del silencio de aquella madrugada.


Sintió un chasquido. Miró hacia el techo, y sin más un desconchón le cayó en el ojo. ¡Coño! cagüen to!Perturbada, se levantó.


Horas atrás cuando alcanzaba el más profundo sueño, sintió como un pellizco en la mejilla. Levemente e intentando buscar sosiego en el instante, descubrió que una pinza de un rulo de su pelo le presionaba el moflete.


Tanto tormento terminó por despertarla. Entre los visillos del balcón por el cual entraba tímidamente la luz del alba y ligera brisa, se dibujaba la silueta de una dama, en camisón, medias folladas y zapatillas en chancla.


Observando el venir de la mañana,asomada al balcón dejó fluir un aire, estallido corporal que alertaba a transeúnte que cruzaba, ¡vamooos...! Como una tierna seta del bosque que tras intensas lluvias brotan... misma réplica yacía en aquel balcón camisón arriba ahuecado por el follón.


Con calma, sin prisa, colocando su peinado, entró dentro, encendió la radio, puso a calentar un cacito con leche y se tiró al sofá. Allí, sola, mirándose al antiguo espejo que colgaba torcido encima del deteriorado tresillo, quedó un rato en silencio, observando su cara, su vida... y pensó que había demasiada calma. En la radio alguna canción, la leche subiendo... y ella callada, silenciosa.


Entonces pasó algo. Los vecinos no oyeron nada, nadie podía adivinar la realidad de lo ocurrido. Cuando entraron, la puerta abierta, la radio encendida, no encontraron a María...


Unos que con parientes, otros que abducida... nadie lo sabía.
Con ella marcharon sus recuerdos, fotografías...
Su bata de guatiné seguía allí, tambíen sus medias...
Ah! de la leche no sé .


lunes, 23 de febrero de 2009

Asignatura pendiente

Paradojas de la vida...

He podido contemplar, podríamos definir como "situaciones antinatura" que me gustaría compartir y así hacer eco de éstos fenómenos.

Mi relato se centra en la noche pasada, un ratón alzaba su copa en fundido abrazo con un gatito que gritaba ¡por nosotros!. Igualmente, un preso con su bola y cadena al tobillo baila cogido de la mano con preciosa policía con pistola y porra. Y un mutilado de guerra corría como loco calle abajo... Un torero en rincón apartado en beso apasionado con un novillo con sus banderillas y todo... Bin Laden invitaba a una copa al Sr. Bush...Blanca Nieves entraba por la puerta a hombros de su bruja... Pero lo más fuerte e impagtante era un agente de tráfico con "un peo" (borracho) cambiando su tricornio por un gorro de plumas...

Me gustaría, y lo digo de todo corazón, que en algún momento de la vida, éste espectáculo lleno de fantasía y colorido fuera tan real como que llueve para abajo. Por qué, los mismos que una noche escondidos detrás de una máscara y un rímel somos capaces de concectar... fuera de simbolismos, etiquetas, desigualdades y demás trampas sociales, y nos comportamos sin importar quién hay detrás de ese atuendo... cuando horas más tarde nos quitamos el disfraz volvemos a la triste realidad de desequilibrios humanos, vuelven las diferencias, aparecen los defectos y nos vemos obligados a medir nuestro status social.

La humanidad es hipócrita porque sí. La raza humana es la "inteligente" nos dice la ciencia, somos capaces de subir a la luna de turismo, de bajar a las profundidades de los océanos con un simple flotador, de viajar a más de 300 km/h. sin levantarse el flequillo... y luego somos incapaces de dar un pedazo de pan al hambriento ¡qué cabrones!...

Perdonadme, pero es que estoy muy cabreado. Hoy no voy ni a poner foto ni ná. Por más que he buscado en miles de páginas no he podido encontrar, y es que estoy seguro que no existirá una sola fotografía, que describa tanto odio como hay en este mundo enfermizo que estamos creando.

Pero tengo esperanza... algún día mis ojos sean partícipes del encuentro de la princesita con su amado... que el coyote deje de perseguir al correcaminos... que el cazador dé de comer al conejo... que Silvestre deje en paz al pobrecito Piolín... y por supuesto que la Bella Durmiente despierte... ¡vamos moza!

Hago un llamamiento de socorro a todos esos corazones rancios, endurecidos... que hagan el esfuerzo por quienes están realmente en crisis... hambre, guerras, mortalidad en la más temprana edad por falta de una miserable aspirina.

¡Quitaos las máscaras de una puta vez!

miércoles, 18 de febrero de 2009

Mal trago...


Aquella noche...

Todo terminaba para él, palabras frías como hielo, duras como cemento... de ella.

Se desgarraba por dentro de su adiós. En aquel instante eterno, una gran losa se desplomaba sobre él. Era increíble, en aquel local rodeados de tantísima gente... y por primera vez con ella... se sentía solo. Pero una soledad tan firme, tan perfecta, que era real. La música, las luces, todo a su alrededor era como un montaje a su desolación.

No recordaba cuáles fueron sus últimas palabras porque dejó de oir, de sentir, como un maldito sueño tan cierto que le venía grande... era demasiado, tanto dolor insoportable.

Huyó de aquel antro botella en mano, buscando refugio en la noche. Su cabeza era un infierno, destellos de ansiedad, angustia entre trago y trago confudían sus sentimientos. Durante horas dando vueltas por tan maravillosas callezuelas del casco antiguo de día y tan oscuras y temerosas al caer la tarde. De una pared a otra, de un portal a otro ¡apártate borracho! le decían...

La mirada perdida, sin aliento alguno... se dejó caer en el único banco de aquel pequeño parque que le quiso dar cobijo. Enfrente dos amantes miraban con recelo su penosa existencia. Poco después marcharon.

Cuando tímidamente el alba quería dejarse entrever... un banco vacío como los demás, una colilla humeante aún, una botella vertía suavemente sus últimas gotas sobre el suelo y algo más... una cadenita de plata colgaba a merced de la fresca brisa sobre el respaldado de aquel banco. Llevaba consigo una pequeña placa que decía... "juntos hasta la muerte".


lunes, 16 de febrero de 2009

Aijó....

ilustracion de David Vela
Lancé mi mensaje en botella.
Deposité mis monedas en el pozo del deseo.
Pedía a mi estrella fugaz.
Froté mi lámpara...

Durante toda mi existencia, todo lo que estaba en mi mano, a mi alcance. Mitologías, tópicos, hadas... nunca sirvieron para hallar respuestas.

De niño, cuentos y leyendas más que ilustrar servían de confusión a la realidad.
Brujas, ogros, gigantes con un solo ojo... qué nos pretenden enseñar?
Bellas damiselas, doncellas, princesitas ¡qué ternura! siempre perseguidas y acosadas. Envenenadas, cautivas en torreones... esperándo a su príncipe salvador...

O ese leñador que de forma altruista siempre aparece en el momento oportuno... para acabar con el tormento de alguien en apuros.

Lo que más me impactó siempre fue esa escena del "beso a un sapo" ¡qué estómago!
Siempre han sido trajedias, desventuras que más que ilusionar, nos han hecho llorar.
Marco abandonado por su madre ¡ya les vale!
Heidy, criada como una cabra en el monte con menos estudios que un pastor...

En fin... nos queda el consuelo de que todo es mera fantasía y fruto de nuestra imaginación. Si, pero eso lo vemos ahora, que cuando somos niños lloramos y nos tramautizamos con escenas horrorosas de madrastras, brujas con verrugas...

El lobo malo ¿pero siempre? qué obsesión con el pobre animal.

Y los gnomos. Dibujados chiquitillos, regordetes, sirvieron para guardar el bosque y poco más... y encima longevos ¡qué calvario! igual que los enanitos... creados para distracciones burlescas. No es justo comparado con los demás protagonistas del cuento, príncipes bellos, valientes piratas, hasta osados cerditos nos dan una imagen diferente.

La verdad es que no contemplo una infancia sin cuentos. Pilares de nuestra educación que nos hicieron pasar igualmente momentos fantásticos y muy divertidos.

Siempre nos quedará ese leñador...

miércoles, 11 de febrero de 2009

Piedra


Como dijo un soldado... "he visto cosas a mis veinte años que no debería ver persona alguna en toda la vida".

La vida es un expectáculo que hay que verlo en primera fila. No hay que perderse nada. No me refiero a ser el primero, no. Tampoco me vale "los últimos serán los primeros". Y mucho menos, el conformismo de "ir en el pelotón" como rebaño de ovejas. No es cuestión de baremo.

Acostumbramos a ver las cosas venir y luego nos creemos con el derecho a juzgarlas, porque nos sentimos afectados.

No es mi intención la crítica. Pero observemos a nuestro alrededor. Hacemos de nuestras vidas pura rutina y se lo achacamos al de al lado. Siempre hay algún culpable de nuestro mal.

La vida de una persona, os hago una pregunta: ¿es larga si dura sobre los 80 ó 90 años, y corta si no pasamos de los 40?

Mi reflexión es la siguiente...
"La vida no vale la pena si somos meros partícipes, hay que ser el protagonista. No hay mayor desencanto que el levantarse día a día para ser uno más. Qué pena de aquel que un día tras otro, los ve todos iguales. La vida puede ser muy larga para el que sufre de algún modo, y demasiado corta para el que sabe aprovecharla. Nunca dependerá de la cantidad de años que estemos en este mundo. Nunca es tarde para saborear lo que se nos brinda, oportunidades y experiencias que si no las hacemos nuestras estarán ahí, pero simplemente eso".

Añado... no hay que romper con nada, no hay, como se vende la felicidad por ahí, que salir corriendo a buscarla. Las tan nombradas "barreras a nuestra felicidad" son siempre cosecha propia, la hipocresía nos sirve de escudo. Nos ponemos freno y si tropezamos en la misma piedra, la pusimos nosotros.

sábado, 7 de febrero de 2009

Luna LLena


Cuenta una leyenda, que en tiempos muy remotos cuando las clases sociales estaban más que acentuadas. Reyes, súbditos, nobles y vasallos ... tiempos en los que riqueza y pobreza tan unidos como amor y odio. En una aldea de la Provenza que no viene al caso, existió un trovador caracterizado por loar cantares que a diferencia de los triviales, nos relataban desventuras, amoríos y alegorías acontecidas, él tenía el don de predecir a su manera el porvenir.


Su lírica le había aportado gran prestigio entre la nobleza del momento. Era respetado y considerado entre los juglares y trovadores propios de la época.


Una noche, sentado en el quicio de la portada del casón de su señor. Una noche de esas que no falta ni una estrella... tuvo la fatal ocurrencia de cantar con voz susurrante ensayo de una nueva obra. Sus dedos se deslizaban sobre las tensadas cuerdas de su humilde bandurria, al son de una copla poco acertada, por cuanto su predicción describía el engaño de la bella esposa del señor con uno de sus cortesanos. No contaba con el desvelo de aquella dama, que reposada sobre el frío balcón, perturvada por el sueño roto y su corazón desgarrado por un amor imposible... designios del destino que aquella noche y en aquel preciso momento escuchara el cantar.


Perpleja, el temor la invadía por cuanto sus delicados oídos tenían la mala fortuna de advertir. No podía permitir que aquella maldita composión llegara a conocimiento de su esposo. Sin más ordenó a un súbdito que callara la voz de aquel que aventuraba, aquella misma noche.


El caso fué, que la luna llena en todo su esplendor fue testigo del macabro suceso.


La leyenda nos cuenta que al cabo de unos días, después de una larga noche de entrega a su amado fue hallada con profundos cortes en sus muñecas que dejaron fluir su cálida sangre entregando su vida.


Según los lugareños, tras las maravillosas puestas de sol que desde aquel balcón acontecen, al caer las noches de luna llena, se podía escuchar el deleite de las estrofas pendientes de acabar de aquel trovador.

domingo, 1 de febrero de 2009

Libre


Me gusta la música. De cualquier estilo.
La melodía, las letras cautivadoras... consiguen trasladarme a momentos inolvidables que son míos. Una buena letra es como un buen libro, te lleva a sitios increibles y sensaciones que llenan.
He conseguido salir de mi. Dejar mi cuerpo reposado y saltar al abismo de los sueños.
Cada pieza, cada acorde es una pincelada en un lienzo en el que los colores son fruto de mi mente.
Es fantástico dejarse llevar al ritmo de la púa que un maestro baila las notas al son de una melodía. O de esa caricia cálida que la flauta cala muy dentro del alma. Tanto amor contemplado bajo el marco embriagante del saxo... violín que me deleitas ternura unas, frenéticas otras. Diva que concilias mi sueño en noches de ansiedad y pones fondo a mi vida.
Ponerse los auriculares es quedarse uno solo.
Todo un mundo por recorrer, dejarse privar por los sentidos que uno a uno destruyen lo mundano y material, para volar. Inigualable libertad la que nos brinda de romper con todo y explorar.
Beethoven, un creador que no necesitó escuchar las notas. Llenaban de sonido su interior las notas que genialmente escribía.
Cuánto valor es necesario para no dejarse sucumbir por una buena canción. Da igual, la menos apreciada puede en algún momento expandirnos en una ilusión que nos ceba sin consentimiento.
Me gusta tanto!!

miércoles, 21 de enero de 2009

Mágico

Nunca olvidaré la emoción, los nervios a flor de piel, el sufrimiento, la esperanza. Un cúmulo de sensaciones nuevas para mí, me confundían.

Los minutos estaban llenos de sentimientos inexpertos que no asumía. Angustia. Toda mi vida pasaba brevemente por mi mente sin entender el significado de mi existencia.

Pero ese silencio interior se rompió por un llanto.

De las entrañas de una flor, un perfume invadió la sala. Mi vida cambió. De una flor otra flor. A cual más bella.

El tormento fue sosiego al instante. Entonces la ví, llena de vida. Todo a mi alrededor se iluminaba de tal modo que me sentía el hombre más afortunado del mundo, sin duda alguna.

Lágrimas que nunca imaginé fluían sin parar por el rostro de aquel que la naturaleza había premiado.

Ahora encuentro la razón de mi existir, un "cielillo" llenaba nuestras vidas.





martes, 20 de enero de 2009

El arte.

Es global y a su vez propio de cada cual. El artista no es más que el afortunado que ha sabido aprovechar las posibilidades que se le brindan y los medios que su entorno ha puesto a su alcance para desarrollar ese "arte" dentro de un marco determinado.

Me niego a pensar que es privilegio de unos pocos. Un artista, no es sólo un pintor, escritor...
¿Qué me dicen de alguien que es capaz calmar el llanto de un niño?
¿Y de aquel que da consuelo al desesperado?

Brindo por aquellas personas que viven para los demás, salvan vidas con el único objetivo y lucro de una sonrisa.

Dedicado a voluntariados, ONGs y demás entidades que desarrollan su labor social.

jueves, 15 de enero de 2009

Para empezar... os invito a cuestionar o reflexionar a cerca de una ocurrencia... "la vida es un laberinto"

La cuestión en sí puede ser confusa, pero profundizando un poco podemos descubrir ciertos detalles que nos ayudarán a comprender "este papelón en el que me he metido".
Bueno, vamos al grano. Alguien puede pensar que realmente la vida es una encrucijada de caminos en el cual debemos de tomar el correcto. Puede ser. Otros opinarán que meramente consiste en una serie de circunstancias y decisiones a tomar que determinarán nuestro presente y futuro. Vale. Quizás un abanico de posibilidades. O un compendio de hechos, acontecimientos y demás formas de acontecer todo a nuestro alrededor...
Las variadas posturas que me ofreceis merecen todo mi respeto. Pero ahora os hago, para liaros un poquito más, una pregunta...

¿Si realmente la vida es un laberinto, estamos obligados a salir de él?

Ahora paso a dar mi versión...con vuestro permiso.

- Quién te dice a tí que hay siempre una salida.
- Salir de dónde.
- Se entra al nacer o en algún momento determinado?
- Cuándo encuentras la salida, al morir? o cuando cesa lo que nos perturba, o cuando conseguimos objetivos.

Sinceramente, si fuera realmente la vida un laberinto, lo mágico sería conseguir ser totalmente feliz sin necesidad de salir ni buscar una salida fizticia.

!Un saludo!