lunes, 27 de abril de 2009

Dobles!!


Que el deporte es sano...

Cuatro amigos. Ataviados para la ocasión, con la indumentaria nuevecita y raquetas relucientes. Nos disponemos una tarde noche, después del trabajo, a deleitar el mundo del tenis con nuestro atrofiado juego.

Llegamos al poli, claro está en coche, sería demasiado hacer el trayecto haciendo "futi", es para no mezclar deportes... Deportistas consolidados, zánganos ejercitándose para los variados ejercicios... quedan perplejos ante nuestra presencia. Y es que dos regordetes, y los otros dos fumando entramos en la cancha.

Desenfundamos las raquetas y sacamos las pelotitas. ¡Si, esas que nada más sacarlas del "bottle" ya estás corriendo detrás de ellas!

Empezamos el calentamiento con un peloteo. ¡Qué panzá de correr detrás de las pelotas !

Al ratito ya estábamos más que calentitos. Dos tirones y un esguince delataban más que sobradamente nuestro estado físico. A todo esto, una docena de críos eran meros espectadores de aquella comedia. ¡Qué cabrones!

Antes de comenzar seriamente el partido, hacemos un "kit kat" para refrescarnos y aprovechar para recoger las pelotitas y poner cinta aislante a las raquetas. Literalmente tirados en el suelo sorteamos campo para empezar el juego. Algo muy importante, ya que en una parte de la cancha no hay malla.

Bueno, terminado el cigarrillo, (que en todos los trabajos se fuma) comenzamos el partido... "hasta seis veces para meterla en el cuadradito pequeño" y al cabo de unos minutos, todas las pelotas juntitas en la red. Y los críos... "meándose de risa los cabroncetes" hasta los del fútbol subían a vernos.

¡Qué sudores! el tabaco fluía a chorros por los poros de mi piel. Litro y medio de agua de un trago. Por entonces uno de mis amiguetes ya había tirado la toalla, y con la raqueta entre las piernas tirado en el suelo, se debatía entre la vida y la muerte, delirando "quién me habrá mandao a mí..."

Así que dos contra uno, no tardó mucho en retirarse, ¡es correr el doble detrás de las malditas pelotitas!

Finalmente jugamos dos juegos y un peloteo. Los nenetes se divertían haciéndonos la ola y cantando... ¡no! La victoria fue para el único que no salió a gatas de la cancha. Visto lo visto, dejamos en manos de los profesionales el arte del deporte y seguiremos con nuestro póker de los jueves que es menos perjudicial para con nuestro cuerpo.

Sano dicen...!!

martes, 21 de abril de 2009

Galway


Era más tarde de lo habitual...

Cada día solía terminar su jornada laboral al caer la tarde, pero aquella noche "tocaba hacer caja" en la sucursal. Sobre las 22,30 h. abandonó, saturada, aquel local. Se despidió del guardia de seguridad deseándole una noche al menos tranquilita y salió a la calle.

Caminaba despacio, sosegada, con la conciencia liberada por aquel dichoso día complicado pero que parecía haber llegado eficazmente a su fin. Vestida aún con el uniforme, se aflojó ligeramente la blusa, metió sus zapatos en el bolso, encedió un cigarrillo y dejó libre su largo pelo rizado.

La noche era tranquila, apacible. Sin prisa alguna caminaba serena por aquella acera en dirección a su acogedor apartamento. Apagó el móvil y, como nadie en aquella ciudad la esperaba, noches como ésta solía dar un rodeo antes de encerrarse para todo el fin de semana en casa.

Pero algo en su interior le decía que hoy sería especial. Se sentía cómoda, relajadamente caminaba observando la ciudad que esa noche parecía distinta, con cierto encanto.

Horas antes había llovido, las calles estaban mojadas en el casco antiguo, donde residía. Algo pasó por su cabeza que, ante la mirada atónita de los transeúntes, sin pensarlo, empezó a saltar "a la pati coja" de charco en charco y tarareando una melodía infantil.

Pasó, ya más tranquila, por la puerta de aquel local de copas por la que tantas veces había cruzado y nunca había tenido la tentación de entrar. Pero un impulso le empujó literalmente al final de la barra del garito... -"una coca c.. no! mejor un whisky solo con hielo, por favor..."-

Quien regentaba aquel bar, un irlandés que compaginaba con la enseñanza de su idioma nativo, posó en aquella barra un vaso tallado con dos cubitos y un licor de su añorada patria. Ella quedó perpleja... el cristal de aquella cautivadora botella hacía juego con el verde de sus profundos y misteriosos ojos. El no pudo en aquel instante, desviar su atención de esa mirada confusa y llena de luz, a su vez.

Se sentía hipnotizada. Su corazón se aceleraba cada vez que pasaba a su lado, para cambiar la música o servir algún aperitivo. Otra copa fue testigo de lo que él susurró al oído. Lentamente cogió su bolso, dejó un billete y salió sin mediar palabra.

Más tarde apagó la música, las luces, se colocó la chupa y cerró el bar. La noche estaba tan oscura como aquel callejón. Parado en la puerta, sacó un cigarrillo y prendió su mechero.Esa pequeña luz iluminó tímidamente el momento que descubrió la silueta de ella en la fachada de enfrente,su cigarrillo,aún apagado cayó al suelo. Quedó parado, como un témpano. Se le acercó y sus labios fueron estrechados ardientemente con los suyos, envolvió su pelo con las manos y ella sigilosamente sacó de su bolsillo las llaves del bar.

domingo, 19 de abril de 2009

Caruso!!

Es un placer para mí presentar éste tema.

Hoy he descubierto a Lara Fabian, quedé encandilado y he querido compartir con vosotros ésta interpretación magistral sin duda alguna, "Caruso" por Pavarotti es genial, pero esta chica es sorprendente.

La música es parte de mi vida, si encuentro algo así, puedo parar el tiempo y desconectar llegando casi a un "orgasmo musical". La carne se pone de gallina ante la interpretación de una garganta desgarrada.

A estas horas y en el silencio de la noche, me parece mágico y una experiencia más que enriquecedora. Suelo indagar y llegar a los lugares musicales más recónditos que este mundillo puede ofrecer, y verdaderamente merece la pena... estamos acostumbrados a oir los temas más comerciales del momento. Pones la radio y repetitivamente suenan los mismos, una y otra vez, hasta que aprendes sus letras, estribillos y "tinoninos..." claro está, de eso viven...

Pero la verdad, no tengo la imprenta esta noche de ninguna crítica. Me dejo llevar por ésta música que, mezclada con el sosegante cigarrillo y taza de café, ambientan esta noche lluviosa que me resulta más que acogedora y placentera.

Y es que canciones como la que os presento me liberan de todo el extrés y me trasladan a lugares apasionantes, mares innavegables y memorias casi olvidadas ¡pura inyección de sensibilidad y entendimiento consigo mismo!

Os invito a ese viaje protagonizado en el marco de una melodía, que prestando un poquito de atención os puede llegar al alma. Realmente yo lo siento así, me siento un privilegiado de "a mi manera" apreciar esta y otras que sinceramente merecen la pena.

Deseo que disfruteis y os dejeis envolver por ella...

viernes, 17 de abril de 2009

Para que luego digan!!

Cuando llueve, no suelo ir al trabajo.

Efectivamente ayer llovió. Me quedé en casa y claro está... ¡nene, limpieza general! ¡aprovechando que estás solo te lías con las chapuzas!

Dos frases que son como dos puñalás directas, ¡maldito tiempecillo éste!

Así que ataviado y uniformado, estropajo, mopa y demás utensilios que no sé ni quién los inventó ni para qué sirven me dispongo a librar batalla... y por su puesto, "radiolé" ¡que parece que se presta!

¿Dónde está el famosete Mr. Proper ese? ya me gustaría verlo aquí y ahora, ¡listillo! que es muy fácil en la tele, pero aquí en mi cocina... y esa "yo paso el pronto y tú el paño" ... o la de "te quedará tiempo para tus cosas",,, ¡qué cabrones! si no sé por dónde empezar!

¡La que me han liado! yo en mi trabajo me defiendo, pero en casa... ya he echado a pique el pantalón del chándal con la lejía, y me ha saltado a un ojo que creo voy a perder...

La despensilla, parece pequeña, pero cuando empiezas a sacar trastos y a limpiar uno por uno y darle a paredes y demás, no le encuentro el fín. ¡Si hasta hace eco! ¡definitivamente ésto no es lo mío! toda la mañana liao ni es que no avanzo, llega el mediodía y no le veo color a ésto.

Tomaré un respiro y saco una cervecita, y otra, y otra, miro a mi alrededor y todo sigue igual, a la fregona no le dá por echar un ratillo ella solita ni al plumero por dejarse caer por el salón... ¡qué cabrones! ¡todo tengo que hacerlo yo!

Finalmente y rozando casi las dos, gracias a Dios, creo que he terminado. Llega mi mujer del trabajo, echa un vistazo, y me dice... ¡no está mal! y me dá un besito. "¿Pero eso es todo?" ¿un beso y un aprovado? "Me cagüen mí"... "con lo que me ha costao" humildemente un notable alto, un abrazo apasionado (achuchón) y sacarme en hombros por la puerta.

Aunque pensándolo bien, es casi mejor no hacer bien las cosas, porque luego... "déjame a mí que tú no sabes" y de esa que te libras.

Ya hablando en serio, admiro la labor de esas "chachas" y de tod@ aquel que se dedica a la limpieza en todo su contexto porque tiene su mérito, y generalmente no tiene la mayor grandeza...

Por otro lado, a ver si ya se abre el tiempo bueno... y "me queda tiempo para pasear y hacer lo que me gusta" ¡qué eslogan se han buscado los publicistas de los coj...!

Ah! por favor, abstenerse de comentar machistas y feministas ... es que no los aguanto.

miércoles, 8 de abril de 2009

De la mano...



Hoy seré lo que desees...

Hoy entrego mi desvelo a vuestra voluntad.

Mi alma en ruta indefinida, a la deriva.

Me dejaré llevar de la mano amiga, que de buena fé camine a mi lado como humilde lazarillo.

Por unos instantes cautivaré mis principios a los grilletes de una amistad firme.

Retomaré pura inocencia de aquel niño ingenuo, sin prioridades, compromisos, ni el más mero prejuicio que me pueda confundir.

Mi presencia clara, cristalina como gota fruto del deshielo cruel en la más alta cumbre de la niñez.

Quien me encuentre encontrará realidad, verdad.

Quiero ser luz, encandilar aquel que me quiera acompañar. Dilatar tus pupilas por el sol de la amistad que ciegue tanta crueldad.

Si me llevas contigo, piensa que soy un niño. No me hagas mal.

Toda mi confianza, mi entrega, mi ser... puesto a tus pies. Cuida tu caminar, mi alma en tu maleta junto a lo más íntimo. Prometo no descolocarte lo tuyo, más querido y personal.

Solamente déjame ir... no pido más, por una vez daré rienda suelta a todo lo que me suele amordazar.

Todo lo que fuí, todo. Será para tí. Me dejaré aprovechar por tí... será fácil, recuerda que seré aquel niño que tiernamente se abrazará a lo que le puedas ofrecer y confundido por la emoción de caminar a tu lado...

...no me falles...

miércoles, 1 de abril de 2009

Compañero!!



Estoy tuneando el buga...


Mi coche... cómo os lo explicaría... es un compendio de sentimientos que me acompañan desde mi adolescencia. Comprado de segunda con mi carné recién estrenado, ya por entonces se hacía notar (rong, cachapún, run, run...) no pasaba desapercibido por ningún transeúnte... que apreciara su vida.

Lo he llevado conmigo hasta mi matrimonio, de "dote", no sé si por pena o por no saber dónde dejarlo... el caso es que ya es como de la familia.

Cuando llevo a la peque al cole, se esconde. Me obliga a que la deje dos manzanas antes... es que ese cole es especial, creo, todo el mundo vacilando de cochazos nuevos y relucientes y si viene al caso, las mamás se visten de largo y visones, bajan del megacochazo haciendo sonar el "chui chui" del cierre a 26 metros de distancia, que a mí se me van unos sustos... por que, no hay nadie, suena el chui chui y parpadean las luces, se bajan los pestillos de las puertas, todo simultáneo y mi corazón pega un vuelco... ¡ay que joderse! con las chuminaillas...

Volviendo al tema, cuando lo compré gastaba gasolina normal, claro está, era de ocasión. Luego la quitaron y le echaba super. Ni él se lo creía... ¡qué bien andaba! es como si acostumbrado a la mortadela a partir de ahora comes jamón... El caso es que desde que le echo la de 98 ó 96 octanos de esos que no entiendo, digo que no le sienta bien... y ahora gasta, gasta y gasta... vamos que se la bebe, pero andar... ¡menos que una gorra a patás!

Ayer le intenté pasar la ITV. ¡Qué horror! ya ni comprando al mecánico la pasa. Me dice que no suena redondo... y yo le digo...-¿pero tú lo has visto?- redondo dice. Se mete debajo para examinar y yo le digo -ponte un chubasquero- no me hace caso y claro, acelero y cuando miro al foso, veo dos ojillos mirándome lleno de aceite hasta el tufo y tosiendo. Casi se ahoga. Y yo le digo -¿muevo el volante?-

En el maletero, que tengo que abrir desde dentro, han nacido unas plantas como carnívoras, porque todo lo que meto desaparece, o no encuentro... un día pinché y creo que se han comido hasta el gato.

Pero sin duda, lo más impactante es el cuadro de luces y el equipo de música. En el ´89 metí una cinta de los Chichos, y es la única que suena en el único altavoz que veo sujeto con una alcallata en el salpicadero. Los relojes no marcan, bueno sí, el de la temperatura que siempre va a tope. Yo le digo a mi hija que es la gasolina, que está lleno.

Pero el verdadero problema lo tengo con mi mujer. ¿Cómo no? Me dice -¡el coche hay que fregarlo, y eso es cosa tuya!- pero si cuando llueve no arranca... le tiene pavor al agua... pero es que la verdad tiene razón. Un día lo limpié y descubrí que es un renault. Pero es que cuando me cruzo con ella ni me saluda, se hace la loca como si no me conociera. Sólo se monta si nadie la vé. Lo coje muy raras veces, y es mejor que no lo haga, porque luego me hincha -¿no te dá vergüenza el chambrón que me llevas?- ¡en invierno te hielas y en verano ardes! Un día llevó a una compañera al trabajo y le dejó de hablar... se enganchó el traje en algún alhambre suelto del asiento hundido... ¡encima que la montó!

La verdad es que tira mucho........aceite. Pero el caso es que lo mimo mucho, por las mañanas fresquitas, me levanto con tiempo para ir arrancándolo sin prisas, porque le pasa lo que a mi mujer, no le gusta el ¡vamos párriba! El necesita talento y bombeo de pedal tranquilo porque tose un poquito recién levantado, como buen fumador... porque eso sí, humo como si de un trailer se tratara.

Siendo una reliquia, después de tantos buenos momentos... nunca me dejó tirado. Tan sólo, en una ocasión abandoné la vía y emprendimos una aventura campo a través... tomé la curva en línea recta y en ese momento él y yo, los dos, como si de un magnífico 4x4, por el momento obligado, se tratara en pleno Dakar... levantamos tal polvareda y supimos ¡lo que es volar!... más tarde nos incorporamos nuevamente a la vía como si nada. Un poquito más adelante nos adelantó una rueda y no le dimos mayor importancia...

El caso, finalmente, es que lo estoy tuneando. Le he puesto una pegatina que dice "no corras papá", ¡qué ingenuos los niños! ¡como no sea cuesta abajo! y he conseguido que luzca la luz de dentro al abrir la puerta. ¡Se ha quedao...!