miércoles, 18 de febrero de 2009

Mal trago...


Aquella noche...

Todo terminaba para él, palabras frías como hielo, duras como cemento... de ella.

Se desgarraba por dentro de su adiós. En aquel instante eterno, una gran losa se desplomaba sobre él. Era increíble, en aquel local rodeados de tantísima gente... y por primera vez con ella... se sentía solo. Pero una soledad tan firme, tan perfecta, que era real. La música, las luces, todo a su alrededor era como un montaje a su desolación.

No recordaba cuáles fueron sus últimas palabras porque dejó de oir, de sentir, como un maldito sueño tan cierto que le venía grande... era demasiado, tanto dolor insoportable.

Huyó de aquel antro botella en mano, buscando refugio en la noche. Su cabeza era un infierno, destellos de ansiedad, angustia entre trago y trago confudían sus sentimientos. Durante horas dando vueltas por tan maravillosas callezuelas del casco antiguo de día y tan oscuras y temerosas al caer la tarde. De una pared a otra, de un portal a otro ¡apártate borracho! le decían...

La mirada perdida, sin aliento alguno... se dejó caer en el único banco de aquel pequeño parque que le quiso dar cobijo. Enfrente dos amantes miraban con recelo su penosa existencia. Poco después marcharon.

Cuando tímidamente el alba quería dejarse entrever... un banco vacío como los demás, una colilla humeante aún, una botella vertía suavemente sus últimas gotas sobre el suelo y algo más... una cadenita de plata colgaba a merced de la fresca brisa sobre el respaldado de aquel banco. Llevaba consigo una pequeña placa que decía... "juntos hasta la muerte".


9 comentarios:

Ardilla Roja dijo...

Que triste, pero que valiente fue de quitarse esa cadena porque para lo único que le servía, era para recordarle el dolor.

(Que melancólicos han amanecido hoy mis colegas blogueros... )

Viperina dijo...

Preciosa historia sobre el desamor...¿será que se acerca la primavera, y por eso afloran pensamientos y sentimientos tristes? Porque yo también he notado que ultimamente el ambiente está muy melancólico...
Besos, amigo.

pelusa dijo...

Hola fly!!

Triste relato y encima la ironía de la cadenita encontrada con ese contenido, pero la Vida no se detiene nunca... como el título de tu blog paso a paso caminos por recorrer, y otros hados vendrán a caminar con aquellos que quieran seguir la senda con uno de Verdad...

Me encanta leerte:

hasta luego, fly

Maite

Anónimo dijo...

Dicen que el alcohol ahoga las penas, y ayuda a olvidar el dolor.

¿que importa quitarse esa cadena si no puedes arrancarte la del corazón?

Emotivo relato lleno de tristeza.

Así es la vida, unos tanto amor por dar y otros tan poco por recibir.

un abrazo.

cuca dijo...

Maravillosa narración con la profundidad justa para captar la idiosincracia sembrada por esta vida incomprensible

ALGUIEN EN EL MUNDO dijo...

Perdonn por mis ausencias ando con medicos y en busca de trabajo, asi que dispongo de poco tiempo, pero bueno los leo, aunque aveces escribir a todos con esta makina que ensima anda mal, me seria imposible....
No queria dejar de pasar a dejarte un augurio genial para este fin de semana, pasalo genial y cuidate
besotessss

Recomenzar dijo...

Que bello escrito te sigo me encantó besos

paloma dijo...

La desolación del desamor, el vacio, la tristeza, la desesperación.... pero siempre con el deseo de un resurgir airoso de esa penumbra.
Espero ansiosa tu próxima historia

Dolce far niente dijo...

wao... que bonito, ese toque melancolico que hace las historias mas interesantes y que la mente no puede dejar de olvidar

muy bueno..